![]() ![]() Rusia: talento sin talante Rusia fue, no hace tanto, el mejor equipo europeo femenino con diferencia. Ahora las cosas han cambiado y su actitud no acompaña a su talento, por lo que España tiene la oportunidad de sorprenderlas en los cuartos de final. Álvaro Paricio analiza el choque
Rusia sufrió para derrotar a Letonia después de ir por detrás en el marcador durante gran parte del encuentro, frente a Corea y una desahuciada Brasil tuvo que remontar marcadores adversos y sólo evidenció cierta solvencia en el triunfo sobre Bielorrusia. Los cuatro triunfos de Rusia en esta primera fase bien podrían haber sido alguno menos pero siempre, en cada partido, hay minutos de gran inspiración donde el talento ruso sale a relucir para solventar situaciones complicadas. Ese es el gran peligro de Rusia, su talento. Jugadora por jugadora, la diferencia entre Rusia y España es grande. Las rusas juegan en los principales clubes de la liga rusa, la más poderosa de Europa y están entre las mejores del continente. Sin embargo, como bloque sigue sin funcionar con garantías en este campeonato. Es evidente que dentro del equipo no hay química y que su habitual irregularidad se ha hecho más evidente en este campeonato. Sufren cuando van con el marcador en contra, su defensa flojea y tienen minutos de lagunas ofensivas. En definitiva, si no estuviéramos hablando de semejante talento individual, estaríamos ante un equipo vulgar. Sin embargo, Rusia es Rusia, y el peligro comienza en sus bases y acaba en la polivalencia de sus pívots. El peligro de Rusia La primera amenaza rusa comienza en la versatilidad de sus dos principales bases: Ilona Korstin y Becky Hammon. En principio la americana llegó como la gran esperanza del equipo ruso. Su estatus de estrella de la WNBA así le avalaba. Sin embargo, su marcha en el campeonato, como la del equipo, ha sido irregular. Va de menos a más y su mejor partido fue el último frente Australia donde acabó la primera mitad con 16 puntos. Es una base más anotadora que directora de juego y eso Rusia lo sufre porque su juego ofensivo necesita más una base cerebral que encauce todo el caudal anotador del equipo, que una base de perfil egoísta (Rusia es el segundo peor equipo del torneo en el apartado de asistencias). Quizás por ello la eterna Korstin ha vuelto a ser fundamental en Rusia. Ha resuelto partidos en Beijing y ha pasado de suplente a ser titular con minutos importantes. Korstin destaca en Rusia porque entre tanta frialdad ella pone la sangre caliente (quizás por sus años en Francia o por su matrimonio con un español) y cuando Rusia muestra apatía, ella pone la casta necesaria para remontar situaciones adversas. Lo peor para España es que ambas bases se complementan y coinciden muchos minutos en pista. Hammon tiene la anotación y el tiro exterior, Korstin trata más de dirigir y se busca sus puntos penetrando y en segundas opciones (es una excelente reboteadora). Oxana Rakhmatulina y Marina Karpunina son la avanzadilla de un perímetro ruso donde está sobresaliendo en este campeonato Svetlana Abrosimova. Estas dos últimas se están convirtiendo en la principal amenaza exterior ante el evidente mal estado de forma y acierto de Rakhmatulina. Karpunina poco a poco ha ido creciendo en esta selección y es una amenaza desde la línea de tres puntos cuando encuentra espacios. Por su parte, Abrosimova suele salir de refresco para aportar puntos desde el banquillo. Es peor defensora que sus compañeras pero su altura la convierte en una amenaza cuando busca el aro desde posiciones próximas. Además en Beijing está mostrándose más fiable que de costumbre desde el perímetro (lleva 5 de7 en triples). Si poderoso es el perímetro de Rusia, mayor es su juego interior. Son el tercer equipo que más rebotea en el campeonato (42.4 rebotes por partido), mientras que España se sitúa el cuarto por la cola con sólo 35 rechaces por encuentro. Con todo, el peligro de Rusia no se limita a su estatura o capacidad reboteadora, más bien al contrario. Las pívots rusas no buscan posiciones cercanas como lo pudieran hacer las pívots americanas. A Stepanova, Osipova o Schegoleva les gusta jugar abiertas, de cara al aro e incluso se atreven con el lanzamiento de larga distancia. En este sentido, el gran peligro es Schegoleva, que suele irse muy lejos del aro y gusta de lanzar desde más allá de 6,25. Por suerte para España, la excelente jugadora rusa está muy desafortunada en el lanzamiento exterior en este campeonato y hasta el momento sólo ha convertido un triple. Tampoco están siendo resolutivas ni Osipova ni Stepanova. Especialmente alarmante es el nivel mostrado por la que antaño fue considerada la mejor jugadora europea. Hoy Stepanova está muy lejos de su mejor juego, sólo anota el 30% de sus tiros y apenas promedia cinco puntos por partido. Osipova y Kuzina son las jugadoras que más se aproximan al estándar de la clásica pívot y habrá que estar muy cercas de ellas para evitar que hagan daño con sus rebotes ofensivos y canastas en segundas y terceras opciones. Las claves del triunfo español Álvaro Paricio Últimos artículos del autor
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