Sergio Hernández, celebrando con sus jugadores el bronce olímpico (Foto EFE)

Redacción, 2 Oct. 2008.- Sergio Hernández, seleccionador de Argentina en los pasados Juegos de Pekín, “deshoja la margarita” y se plantea estas semanas su futuro inmediato, que puede desarrollarse fuera de la propia Selección de su país. “Tomaré tiempo para pensar. Si dependiera de la voluntad y del placer, me quedaría en el equipo nacional toda mi vida, pero no es lo único que cuenta”

El técnico, que logró el bronce en la capital china tras superar a Lituania, se siente en la obligación de “ser honesto y evaluar si aún tengo energía para asumir un papel que es sagrado. No descansé demasiado tras regresar de Pekín”.

Hernández no se siente irremplazable y no descarta que un sustituto tome las riendas del exitoso combinado argentino: “Si no tuviera demasiada energía, entonces debería dejar la plaza a alguien más. Hay muchos buenos entrenadores ahí fuera”.