![]() ![]() NCAA: Cómo jugar al baloncesto en un portaaviones La potente North Carolina se impuso a Michigan State en un duelo sin gran baloncesto, pero con una escenografía impactante. El portaaviones USS Carl Vinson acogió uno de los partidos más especiales de la historia
El impresionante portaaviones nuclear USS Carl Vinson, anclado en las costas de la ciudad californiana, fue el escenario inédito de un partido de baloncesto. Las históricas universidades de North Carolina (una de las principales favoritas de la presente temporada) y Michigan State dieron el pistoletazo extraoficial a la competición universitaria de baloncesto. El partido se disputó en un día no elegido al azar. Estados Unidos conmemora el 11 de noviembre el "Veterans Day", donde se recuerda a los veteranos de guerra de sus ejércitos. Y la importancia de este día desembocó en una previa eminentemente patriótica. Los comentaristas televisivos se deshacían en elogios a sus tropas, y hasta Barack Obama hacía acto de presencia para dar un discurso. El baloncesto tardó en hacer acto de presencia real en la cancha construida en el USS Carl Vinson, también escenario de algunas escenas de "Top Gun". Y, cuando lo hizo, tampoco fue un gran espectáculo más allá de la imponente escenografía. Jugar al aire libre, bajo la influencia del viento y con una iluminación diferente, es un suplicio para los tiradores. Austin Thornton y Travis Trice, por Michigan State, se llevaron la palma con un 0/9 en triples, pero el 6/32 conjunto entre ambos equipos fue significativo. Con la artillería exterior desactivada, el partido se decidió bajo los aros, y ahí North Carolina no tuvo rival. El trío formado por Harrison Barnes, John Henson y Tyler Zeller forma posiblemente el mejor juego interior de la NCAA, y lo demostraron. Sólo la lucha titánica de un Draymond Green por Michigan State (13 puntos y 18 rebotes, 7 de ellos ofensivos) mantuvo a los Spartans en el partido. Pero Henson, aparte de 12 puntos y 7 rebotes, fue un muro. El ala-pívot de los Tar Heels se quedó a sólo un tapón de igualar el record histórico de tapones de la universidad, en poder del actual Maverick Brendan Haywood, al colocar hasta 9. Al final, el patriótico partido se decantó con un esperado resultado de 67-55 para North Carolina, considerada una de las principales favoritas para llevarse el título esta temporada. El resultado, eso sí, era secundario. El objetivo era rendir un homenaje a las tropas y, para que negarlo, dar a la liga universitaria un magnífico escenario para iniciar una temporada llena de talento. El "lockout" de la NBA fue determinante para que futuras estrellas profesionales como el mencionado Harrison Barnes, Jared Sullinger (Ohio State) o Perry Jones (Baylor) se quedaran un año más en la universidad. Sumado al gran nivel de la nueva camada de "freshmen" como Austin Rivers (Duke) o Andre Drummond (Connecticut), estamos ante una de las mejores temporadas de los últimos años. Cualquier expectación que se cree será poca. Aunque sea al bordo de un portaaviones. Carlos Peralta Últimos artículos del autor
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